EL FUEGO II

Estar junto a un fuego en invierno es una hermosa situación.
Una de las muchas reflexiones que se te ocurren es pensar en la leña que está ardiendo. Puede ser un almendro de esos que florecen temprano y han servido para tantas metáforas; o un sabio y centenario olivo tan ligado al mar Mediterráneo; o una encina de la dehesa, la de mejor brasa y poder calorífico, que habrá servido como refugio de aves migratorias.
En cualquier caso, y afortunadamente, uno no es responsable de su desaparición. Por una razón u otra han sido arrancados y tú te limitas a comprar la leña.

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