Que te llames Pedro no significa que te tengas que pasar la vida negando: no a esto, no a aquello, no a lo de en medio. Un dirigente debe mostrarse siempre ante los ciudadanos en una actitud positiva, con mensaje propio e ilusionante y se te ve cada día más encastillado y amenazante, rodeado de “cesarluenas” que, como apéndices tuyos nunca osarán criticarte, jactanciosos y contentos con la frase ocurrente que logran colocar en los medios.
44 años es una buena edad para liderar la oposición de un modo inteligente y eficaz que permita recuperar las pérdidas-de militantes y votos- que debilitan al partido. Hay que conectar con el amplio centroizquierda español que fue su sustento. Pero me temo que tú no serás ya ese líder.