ES TAN BURDO

 

Con Iván Redondo aparece en política el gran mercenario, el que ofrece sus servicios al mejor postor; tiene un par de éxitos y Sánchez lo convierte en su factótum con más poder que cualquier ministro. Aconsejó ese totum revolutum que ganó la moción de censura y dio lugar al actual gobierno, bicéfalo y disfuncional.

Explotó a fondo la foto de la Plaza de Colón con PP, Cs y VOX, sabedor de que en la España que padeció a Franco aún vende el miedo a posibles retornos.

Ahora le dice a su jefe que pida lo que nunca ofreció, unidad y lealtad y si se la niega el PP que los culpe del aumento de muertes por Covid-19.

Cuenta con la ventaja de que su “asesorado” se presta a todo al carecer de principios y criterios; es arcilla moldeable, Galatea ávida de Pigmalión.

 

 

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