LA COYUNTURA

 

No podrá negar Sánchez que es un hombre afortunado. La suerte es su principal activo, más que esa resistencia de la que hace gala o de una visión estratégica privilegiada. Factores ajenos a su capacidad o voluntad lo benefician.

El PP acaba rompiéndose como consecuencia de la corrupción acumulada y de su interior brota un nuevo partido con trazas más derechistas de lo que solíamos ver. Paralelamente, Cs desborda Cataluña y se va implantando por todo el país con el propósito de convertirse en la nueva UCD.

Ya tiene Sánchez su escenario perfecto: por un lado, un centro derecha dividido e ingenuamente enfrentado; por otro, un populismo izquierdista en decadencia que le traspasa muchos  votos. Y ahí, en el centro, esforzándose por parecer un hombre de Estado, todo juega a su favor. Ahora la inercia electoral y hasta la muerte del gran Rubalcaba.

Sin acritud… ¿Cuál es su mérito?

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *