LIBERADO

 

Cobra cuerpo la idea de que Borrell encabece la candidatura socialista al Parlamento europeo. No se podría encontrar un candidato más idóneo teniendo en cuenta su perfil y experiencia; sería nuestra mejor voz en las instituciones comunitarias y electoralmente será rentable.

Borrell es un hombre inteligente y culto, jacobino y con un punto de narcisismo, mostrando esa firmeza que te da el convencimiento de tu valía. Su dilatada trayectoria incluye algún episodio erróneo pero  ha sido positiva y fértil.

Además, esa nueva fase le llega en buen momento y lo liberaría de una pesada carga porque estoy convencido de su arrepentimiento por haber dado el “sí” a Pedro Sánchez.

En este gobierno no se siente cómodo ni puede aportar al contencioso catalán lo que hubiera deseado; antes bien, transige con lo indeseable.

 

 

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