Es difícil encontrar un político tan inepto como Artur Mas. Desde su frustración, se vuelve agresivo y provocador, lleva a la burguesía conservadora hasta un precipicio y logra que crezca Esquerra y se divida su propia coalición, esa que se financia cobrando comisiones por doquier. Pero que no lo critique nadie, que no le toquen sus competencias porque ofenden a la bandera, al himno, a la sardana y al Barça.. y con las cosas de llorar no se juega.
En fin, nacionalismo en estado puro: anacrónico, reduccionista, insolidario, victimista y demagógico que crea serias tensiones y ocupa durante demasiado tiempo nuestra atención.