SAN FERMÍN

 

En la primera quincena de Julio todas las cadenas de televisión se empeñan en tenernos exhaustivamente informados de lo que ocurre en Pamplona esos días. Se inicia con la consabida provocación nacionalista y sigue ofreciéndonos íntegramente los encierros cotidianos, ese grotesco espectáculo de hombres corriendo delante de toros.

El escritor norteamericano que más contribuyó a internacionalizar la fiesta tenía una seria dependencia del alcohol y dejó su huella. Hoy es una gigantesca borrachera colectiva a la que acuden aventureros y depredadores sexuales para convertir la ciudad en un espacio inhabitable e insufrible; la prueba es que muchos pamplonicas huyen durante esos días hacia otras ciudades.

Si siguen ese ritmo habrá que cambiar la canción y, en vez de “pobre de mí”, cantar “pobres de nosotros”.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *