ACORRALADO

 

La presidencia de Donald Trump pasará a la Historia como la más turbulenta. No ha dejado de generar tensiones y crear problemas desde el día en que tomó posesión.

Dirige el país y diseña la política exterior desde una perspectiva empresarial, lo que no siempre resulta adecuado. Vive enfrentado con la Justicia, el FBI y los medios de comunicación (le basta su adictivo twitter).

Se va estrechando el cerco y desde su círculo íntimo se formulan graves acusaciones; ya no lo aguantan ni los más cercanos, incluida su mujer que desea el divorcio.

Si en las elecciones parciales de Noviembre ganaran los demócratas podrían iniciar un proceso de destitución. Ojalá sea así. No se hundiría la economía, como él dice, y el mundo respiraría aliviado.

 

 

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