ANACRÓNICO

 

Es propio de las religiones apelar a lo sobrenatural para solucionar fenómenos naturales. Era más cómodo recurrir a Dios que apoyar la investigación científica tantas veces perseguida.

Uno de los casos más frecuentes es el de la lluvia y  parece que es la Virgen quien se encarga de este negociado.

En nuestra reseca tierra se convierte en tema recurrente e incesante y hoy el obispo solicita a sus párrocos que entonen plegarias “pidiendo el don de la lluvia”; sigue suponiendo una relación causa-efecto entre ambos factores.

No es un tema preocupante y desde luego a nadie perjudica pero no deja de resultar curioso que en el año del Señor de 2017 se depositen esperanzas en este tipo de “demandas”.

A ver que dice la Agencia meteorológica y que haya suerte.

 

 

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