Una  cuestión que suscita este hecho atroz y, desgraciadamente, habitual es cómo debemos responder ante él. Si te muestras alarmado y exiges  más voluntad y mejor organización para combatirlo con eficacia, califican tu actitud como inadecuada, argumentando que eso es precisamente lo que pretenden los asesinos.

Parece que lo políticamente correcto es permanecer insensible e indiferente, oír el grave sonido del violoncelo, encender una vela y…esperar hasta el próximo atentado. Así hasta que ellos decidan dejar de matarnos.

Algún desgraciado majadero que detenta alcaldía nos acusa a las víctimas y dice que esto es fruto de nuestros errores históricos; como si los descerebrados yihadistas conocieran la Historia o necesitaran motivos  diferentes de su propio odio.

Y nosotros, padeciendo a los verdugos y a los alcaldes.

Así es como ha comparecido Anders Breivik ante el juez, con saludo nazi, brazo en alto y gesto orgulloso. Se trata del monstruoso asesino noruego que hace 5 años mató a 77 personas. La mayoría eran adolescentes y jóvenes que estaban en un campamento de juventudes socialistas. Los mató como a conejos, uno a uno, sin darles oportunidad, con absoluta frialdad.

Nadie ha bajado o cortado el brazo con el que disparó y ahora reaparece amenazante afirmando que luchará hasta la muerte por el nazismo.

Fue condenado a 21 años; no tardará mucho en salir a la calle y seguirá levantando el brazo, jactándose de su hazaña y de su ideología y nadie se lo bajará. Juega con esa ventaja. Maldito sea.

Ha cambiado la 1ª persona del plural del presente de indicativo (PODEMOS) por la 1ª del singular (PUEDO) y  así se siente en plenitud, coherente con sus convicciones y actitudes. Ni círculos ni consejos ciudadanos ni dirigentes nacionalistas que tengan planes en su propio feudo y  problemas de “adaptación” como es el caso de ocho Comunidades autónomas.

Sólo él, haciendo y deshaciendo a su antojo, disolviendo ejecutivas, nombrando gestoras, cesando secretarios y todo en primera persona.

Íbamos conociendo su fondo, sus contenidos y ahora nos muestra su forma, su modo de dirigir un partido.

Es incomprensible que personas serias de izquierdas, exvotantes del PSOE o IU le sigan prestando su apoyo y no quieran devolverlo a su lugar de origen, la Puerta del Sol.

Es difícil encontrar un día del año que no esté dedicado a algo. Suelen ser temas positivos o llamadas de atención pero los islamistas radicales de Hamás han sido originales y proclaman en Palestina el Viernes como “el día de la ira”, de la lucha, del ataque kamikaze inútil a Israel; todo vale con tal de seguir en el candelero.

Eligen precisamente el día sagrado, un día bendito designado por Dios para la oración colectiva. Al hacerlo así establecen la conexión entre religión y guerra, creencia y fanatismo, invocan la imposición por la fuerza. ¿Es eso la yihad?

Desde el propio mundo islámico se les debería prohibir esa utilización del Viernes.

fmslorca@gmail.com

Hasta ahora sabíamos lo mucho que preocupa a la reina Letizia el aspecto exterior de su cabeza. No hay día que repita peinado, ninguna mujer ha ensayado tal variedad y su peluquera debe ser una mujer atareada.

Recientemente nos ha permitido saber también qué pasa por dentro de su cabeza. Ha sido a raíz de un mensaje que enviaba a alguien investigado por corrupción mandando a la mierda- eso sí, en francés-  al periódico que lo publicó y a todos los que critican a su amigo Javier, su “compiyogui”.

Cada vez se nota más que a esta mujer le resulta difícil adaptarse al papel que le ha tocado desempeñar. Dicen que el rey empieza a arrepentirse de ver aquellos telediarios.

Nuestros nietos, desconcertados, ven a unos niños que lloran, sufren, mueren. Los pequeños refugiados, desolados, saben que nuestros nietos comen, juegan, viven en condiciones normales y ellos aspiran a algo parecido pero reciben el rechazo como respuesta.

No será extraño que vaya creciendo el odio en su interior y mañana se integren en algún grupo radical buscando una especie de venganza retroactiva.

Es verdad que en Europa no somos culpables de este éxodo masivo y que la solución definitiva no es verlos vagar por nuestras calles, sin hogar, sin oficio ni beneficio. Sólo cabe presionar para que se actúe en los países de origen y, mientras, crear asentamientos dignos donde los pequeños vivan decorosamente su infancia.

¿Cómo llamaríamos a quien pronunciara un discurso parecido a lo que sigue?

Esto es un desastre, vivimos en una “España invertebrada”(va por D. José), carente por completo de valores, poblada por corruptores y corruptos, gentes vulgares que se jactan de serlo, líderes mediocres incapaces de ver más allá de sus propios intereses, con algunas fuerzas políticas que te hacen dudar del valor de la democracia y la sensatez de los votantes, dirigentes locales que se permiten lujos inconcebibles en un  país civilizado pero  nadie los frena o incumple sus antojos.

Todo apunta a que sería tarea imposible lograr que se impongan la normalidad, la seriedad; al contrario, son objetivos que ni aparecen en el horizonte; también la sociedad civil sucumbe a esta marea.

Como “clásico” es aquello que resulta típico porque no se aparta de la tradición muchos se empeñan en que  la corrupción es un rasgo inherente a lo español; resucitan a pícaros y truhanes del XVII, los equiparan con el personal que hoy pulula por los juzgados de toda España y establecen una inevitable continuidad.

Puesto que no hay un gen  corruptor habrá que buscar factores socioculturales como por ejemplo: la visión negativa del trabajo como condena bíblica que impide valorar la capacidad y el esfuerzo como el único modo de lograr objetivos o la falta de aprecio hacia lo público que atenúa la mala conciencia por apropiarse de lo que pertenece a ese ámbito  (“lo que no es de nadie es de todos”).

Ya es hora de superar el clasicismo.

Es probable que con los movimientos políticos que se observan acabe produciéndose algún cambio de calado.

Si la unión circunstancial C`S-PSOE se consolidara y pudieran “arañar” votos de PP y Podemos- a diestra y siniestra, respectivamente- se fraguaría un gran bloque de centro-izquierda, que es el tramo ideológico en el que se sitúa la mayoría de los españoles desde hace muchos años.

Quedarían: una derecha clásica que en España tiene un suelo considerable; una izquierda estrafalaria con Podemos en solitario ya que IU desaparecería (y no es seguro que sus votantes le quedaran muy agradecidos) y las provocadoras fuerzas independentistas que han brotado recientemente serían residuales si no reciben apoyos externos y tensarían menos el ambiente.

¿Por qué no se prueba en esta dirección?

El 400 aniversario de la muerte de Cervantes y el reciente día de la mujer trabajadora se pueden interrelacionar recurriendo al personaje de Marcela, la pastora que aparece en El Quijote. Los rasgos que la caracterizan permiten considerar a nuestro novelista todo un pionero del feminismo.

Habla de una mujer bella y rica que rechaza todo tipo de dependencia masculina (“tengo libre condición y no gusto de sujetarme”) y prefiere   una vida en contacto con la naturaleza-también se anticipa al “ingenuo salvaje” de Rousseau- manteniendo así su autonomía, su independencia de criterio.

Proclamar este tipo de mujer en el XVII no deja de ser sorprendente y, desde luego, si ese perfil hubiese progresado habríamos conocido menos sumisión histórica y hoy no existiría Gran Hermano.