Todas las entradas de: Fernando Martínez Serrano

DE LIBERTADES

 

Afortunadamente hoy es sólo la libertad de expresión la que genera conflictos y discusiones frecuentes. Parece que no queda suficientemente explicitada en el artículo 20 de la Constitución con sus cinco apartados.

Como toda libertad y derecho, tiene límites, sería aberrante que puedan plantearse en términos absolutos.

El verbo “expresar”, como el famoso “decidir”, conducen a preguntarse por el sujeto y el complemento directo: expresar o decidir ¿qué?

Para el mundo del arte se reclama impunidad. Si dices algo improcedente te censuran o sancionan pero si lo cantas con un micro, lo escribes en un soneto o lo pintas… ya no hay problema. ¿Por qué?

A veces parece que muchos buscan más bien el derecho de provocación.

Y, en cualquier caso, más preocupantes son la desigualdad en muchos ámbitos y la precariedad laboral.

 

 

JAQUE AL REY

 

Un desgraciado que no representa a nadie decide atacar al jefe del Estado con saña, grosería y persistencia; ya condenado, sigue amenazando, no ceja en su obsesión.

Increíblemente hay políticos que lo defienden argumentando que es libertad de expresión, con lo cual degradan un concepto tan hermoso y significativo en una democracia. Deberían ser los primeros en defender la jefatura del Estado y el hecho de que mientras su titular no dé motivos para lo contrario ha de ser una figura protegida, precisamente porque simboliza la imagen y unidad de un país y sus habitantes.

No parece serio que un provocador profesional genere un debate ideológico, no hay derecho a que estos individuos nos tomen el pelo con estas batallas gratuitas que emprenden a título individual.

 

 

A DISTANCIA

 

A las clásicas formas de gobierno platónicas hay que añadir una nueva: la telearquía, el gobierno a distancia. Eso es lo que pretende ahora el botarate peliculero Puigdemont.

Esta locura catalana parece no tener fin y raya en el surrealismo (J.L. Cuerda estará tomando nota para su próxima “Atardece que no es mucho”)

Lo más grave es que, si miramos los últimos años, queda patente que Cataluña puede ser administrada no sólo “a distancia” sino incluso “en ausencia”. Ampliando competencias a algunos funcionarios y suprimiendo el ejecutivo todo iría mejor.

La guinda de este esperpento la pone la alcaldesa de Barcelona, la que llegó desde la agitación que causaba para su autopromoción, vergonzosamente apoyada por partidos políticos.

¡Cuánta razón llevaba Ortega! Esto sólo puede “conllevarse”

 

 

DUDAS EXISTENCIALES

 

Las clásicas eran aquellas del tipo ¿De dónde venimos- quiénes somos- a dónde vamos? Pero ya están resueltas por la ciencia aunque algunos se resistan a admitirlo.

Ahora hay dudas más profundas que suelen conducir a equívocos curiosos.

Por ejemplo: adjudicar correctamente sus capitales a Paraguay y Uruguay o a las Repúblicas bálticas; si se unge a los bueyes y se unce a las personas; distribuir bien las jorobas a camellos y dromedarios; diferenciar con rapidez la imagen de lo cóncavo y lo convexo; hay quien infringe castigos al que inflige la ley, etc.

Bromas aparte, la duda es buena porque conduce a la pregunta (precontor=buscar) que desea solución y ese es un camino mentalmente sano.

 

 

LO INTOLERABLE

 

Hubo sociedades que respetaban a sus mayores (¡oh mores maiorum!) y les pedían consejo. Sería porque a esa edad ya se sabe lo que resulta benéfico o pernicioso, lo que se puede mantener o se debe cambiar en una comunidad.

Empieza a resultar intolerable la corrupción que permanece enquistada por doquier, la ineptitud de muchos cargos públicos o el insultante populismo de otros y tal vez lo más preocupante a medio plazo sea la laxitud mostrada ante los jóvenes, esa permisividad que resulta contraproducente y los va situando en una trayectoria negativa que nadie se atreve a corregir.

A veces tiene uno la sensación de que no queda nada a salvo, todo está tocado por un factor pernicioso o, por decirlo en plan poético, “enmierdado”.

 

 

SEGUIMOS CON EL HIMNO

 

El himno nacional se ha convertido en un tema recurrente generador de polémica. No procede del franquismo pero sí fue intensamente jaleado por su dictadura junto con otros símbolos y seguramente de ahí proviene la resistencia que muestra gran parte de la población.

Las discusiones más furibundas surgen a la hora de buscarle una letra.

El último intento no deja de ser una cursilada escrita desde la perspectiva de alguien que añora su patria.

Deberíamos decidir dejarlo así, sin letra, como indicador de un fracaso colectivo y de la mierda de nación que somos, incapaces de sentar las bases de un pacto social y crear ese sentimiento de unión y orgullo que vemos en otros países.

Hasta la próxima.

 

 

FALSA HEROÍNA

 

La fuga de Anna Gabriel es sintomática de lo que ocurre en buena parte de la sociedad catalana. Educados en el odio a España, una juventud cómoda se instala en la rebeldía y la radicalidad antisistema; se muestran firmes y agresivos en manifestaciones, escraches, ocupaciones, porque se sienten amparados. Una coyuntura electoral los convierte en árbitros que expulsan y eligen presidente, están en el cenit del poder.

Estimulan el pulso del independentismo con el Estado y, como es lógico, lo pierden. Entonces los más cobardes, para evitar a los jueces, huyen a países reacios a la extradición y buscan abogados de etarras.

Internacionalizan su conflicto y se ven transmutados en exiliados de una dictadura. Pero no es más que cobardía, acentuada por el hecho de que otros compañeros suyos dan la cara.

 

 

LA ERMITAÑA

 

Uno oye la palabra “ermitaño” y piensa en otros tiempos y espacios. Por eso resulta curioso e insólito conocer la existencia de la eremita Rosario tal y como nos la cuenta La Opinión. Vive en Abarán, en una casa cedida por un cura, afirma que en la oración ha encontrado el sentido de su vida y cumple con el clásico “ora et labora” cultivando una pequeña huerta.

Una vida de soledad y silencio en estrecha comunión con Dios por contraste con la algarabía que tenemos montada.

Siempre cabe dudar si es más meritoria y sacrificada esta conducta o criar hijos y madrugar para ir a un trabajo precario y mal pagado, sin poder permitirte el silencio.

Que Dios la bendiga, aunque supongo que con eso ya cuenta.

 

 

EL GRAN FORGES

 

Tanto tiempo disfrutando con él que ya formaba parte del paisaje y parecía imposible que nos dejara. Decir que era un humorista son ganas de simplificar porque era mucho más que eso. Lo que ocurre es que se nos presentaba del modo más amable, a través del humor en sus viñetas. Nos hizo sonreír pero también pensar y acercarnos una visión bondadosa e inteligente de la realidad.

Lo mejor es que encarnaba una España magnífica, racional, flexible, con deseos de mayor igualdad para lograr una sociedad feliz; esa España que tantos insensatos- de un signo u otro- se empeñan en hacer imposible.

Gensantissima… ¿Quién será el responsable de este diseño que permite que se vayan los mejores y nos deja en compañía de tanto bellaco?

 

 

EL GRAN CAMBIO

 

Si partimos de que en un Estado de derecho la Constitución es la piedra angular, el eje de coordenadas en el que todo se sitúa, concluiremos que abordar su modificación es una tarea que requiere prudencia y auténtica visión de Estado (nunca mejor dicho), lejos de manuales partidistas o simples intereses electorales.

Han pasado 40 años, vivimos en una democracia plenamente consolidada y no tenemos que demostrar nada a nadie, excepto a nosotros mismos.

Se podía empezar por crear un grupo compuesto por dos miembros de cada uno de los tres principales partidos, PP+PSOE+CS representan a más del 70% de los españoles. Excluyo a los nacionalismos porque con su mezquindad egoísta e insolidaria impedirían avanzar y a Podemos porque se opondrían a casi todo, sólo les serviría como como altavoz para pregonar su populismo. A los políticos se sumarían tres catedráticos de constitucional.

El borrador elaborado pasaría a una comisión parlamentaria reducida que perfilaría los necesarios retoques, añadidos o supresiones.

Si lograran el deseado acuerdo nos habríamos acercado al consenso que fue la seña de identidad de la del 78.Luego al pleno y finalmente un referéndum.

En cuanto a contenidos, no les faltaría trabajo. Ahí está un Senado manifiestamente mejorable; un intrincado título VIII que estructuró un Estado de las Autonomías corregible en algunos aspectos; alguna modificación del sistema electoral; garantizar una atención sanitaria idéntica en todas las Comunidades; homogeneizar los programas educativos en todo el territorio nacional (sin excluir un mínimo de currículo autonómico); por supuesto acabar con la prevalencia del varón en los derechos sucesorios de la corona… y más cosas que aquí no caben.

Que se ganen el sueldo los ponentes y que los partidos serios nos ofrezcan una Constitución racionalmente modificada a tenor con los tiempos.

Amén.