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¡ORDER!

 

Todo el que haya seguido las discusiones sobre el Brexit en el Parlamento británico recordará que era la palabra favorita del presidente de la Cámara, del speaker. No hay sesión en la que no se vea obligado a pronunciarla, a berrearla. Sería un magnífico pastor de ovejas y podría controlarlas sin ayuda de perros.

La verdad es que le toca bregar con un ganado difícil porque los diputados han mostrado al mundo su desconcierto, sus contradicciones y su inconsistencia (cuando por aquí la democracia era sólo un sueño nos parecían modélicos, los envidiábamos).

La fiesta no ha terminado, vendrán más días de gloria. La pobre Theresa May tira la toalla y se va desconsolada.

La Cámara de los Comunes seguirá agitada y su presidente chillando :¡order! También deberían de poner orden en sus ideas.

 

 

RETIRADA

 

El Capitán General de las Fuerzas Armadas se bate en retirada.

El rey Juan Carlos con 81 años quiere dar paso a una nueva fase de su vida, que, por “imperativo vital, no será muy larga.

Su imagen nos ha acompañado en tantos momentos y espacios que nos resulta familiar. Tras 39 años de reinado el balance es históricamente positivo, ensombrecido al final por infidelidades y devaneos amorosos propios de monarquías de otras épocas.

Si la empatía es una virtud, tiene más que nadie porque inmediatamente conecta y sintoniza con su interlocutor. Entendió bien el momento político que le tocaba protagonizar y supo adaptarse a las circunstancias, propiciando que el pueblo español realizara una Transición modélica.

Que disfrute de la nueva etapa (es un bon vivant) y queden los juicios acres y biliosos para los echeniques ponzoñosos que en el mundo son.

 

 

 

PRÉSTAMOS

 

Algunas noticias se prestan a valoraciones diversas, desde lo banal a lo trascendental. Por ejemplo: el PSOE presta cinco senadores a Podemos para que pueden formar su propio grupo y cobrar 729.600 euros; en cuanto lo hagan vuelven a sus siglas de origen.

Puedes tomarlo como una simple práctica parlamentaria sin importancia o puedes considerarlo un auténtico desastre porque devalúa la imagen del senador y del Senado. Nuestra Cámara Alta lleva 42 años mostrándonos su inutilidad (la aplicación del 155 no salva esa valoración).

Esperemos que el nuevo presidente, Manuel Cruz, haga gala de su condición de filósofo, reflexione críticamente y adopte medidas para convertirlo por fin en una Cámara de representación territorial, el foro idóneo del debate autonómico donde se encauce el diálogo sobre las pretensiones nacionalistas. Tiene mayoría suficiente para llevarlo a cabo y temas no faltan.

 

 

NAVARRA

 

 

Las elecciones y los subsiguientes pactos han creado un escenario complejo y poco grato.

Allí ha ganado Suma Navarra con 20 diputados (sobre 50), mostrando la eficacia de la unión del centro derecha. El PSOE es segunda fuerza con 11 escaños, pero su secretaria quiere ser presidenta para coronar su currículum lleno de cargos públicos desde que se afilió a las Juventudes.

Para ello necesita el apoyo de Podemos, Ezkerra y Eta-Bildu y a ese engendro lo llama gobierno de progreso (el papel lo aguanta todo).

Sólo se puede impedir desde Madrid. El dilema para Pedro Sánchez es crucial: o frena en seco el irresponsable deseo de gobernar de Chivite o entrega esa Comunidad para que el independentismo vaya ampliando su mapa en España.

No es ningún desatino dejar que gobierne la lista más votada y no se puede gobernar a cualquier precio.

 

 

 

 

PESIMISMO

 

Lo de ser “optimista antropológico” suena bonito aunque sólo sea una cursilada. Es más efectivo analizar si hay motivos para sentirse así. Un análisis rápido de lo que podemos llamar “macropolítica” parece que conduciría al pesimismo.

El Gobierno es rehén de los peores enemigos de un Sistema democrático: un populismo impregnado de izquierdismo trasnochado y unos partidos separatistas cada vez más fuertes y agresivos que tensan al Estado.

Los otros partidos viven enzarzados en disputas interesadas y endogámicas que van más allá de la discrepancia y el debate propios de una democracia.

Cada día estoy más convencido de que en España resulta imposible una gran coalición de los tres partidos netamente constitucionalistas (el porqué es un enigma). Pero no renuncio a decirlo porque también estoy convencido de que sería una buena solución si se gestionara con racionalidad y nobleza.

 

 

MASOQUISMO

 

En plena fiebre de pactos partidistas asistimos a un espectáculo impagable en el que destaca la actitud de los demás hacia VOX.

Este partido emergente resulta decisivo junto con PP y Cs en CCAA y Ayuntamientos. Pero…todos lo rehúyen, lo evitan en la foto o lo descalifican negándole el pan y la sal.

La tolerancia tiene un límite, en VOX no son masoquistas y se han plantado diciendo que o se negocia o no habrá tripartito de centro derecha; sus votantes no los perdonarían si ceden.

Cs tiene una estrategia de pactos tan confusa que incurren en declaraciones y comportamientos estrambóticos.

Habrá que admitir que en VOX se cumple la ley y está dentro de la Constitución. A partir de ahí: o los ignoras (con todas sus consecuencias) o cuentas con ellos porque no sabes renunciar al poder que te facilitan.

 

 

ERREJÓN

 

Es interesante la situación en la que queda tras las elecciones del 26M. Sus resultados han sido buenos en condiciones adversas. No tiene sentido seguir con algo que se llama Más Madrid y nació para ese proceso. Es joven y no va a renunciar a su vocación política. Está en una encrucijada de la que procurará salir airoso y fortalecido.

Puede forzar un Vistalegre III para desbancar a la pareja navatícola (tienen garantizados cuatro años de buenos sueldos para pagar la hipoteca) manteniendo la marca Podemos; supongo que estará en contacto con otros “caídos” en Vistalegre II.

Podría pedir a IU que echen al traidor Garzón y tratar de crear con ellos un nuevo partido de clara orientación izquierdista.

Finalmente, puede tender puentes para conectar con el PSOE de cara a una futura integración.

Habrá que ver cuales son sus próximos pasos.

 

ENSAYO CARTAGENERO

 

En Cartagena gana las elecciones MC aunque queda lejos de la mayoría absoluta. De su candidato lo más suave que se puede decir es que resulta peculiar o un tanto estrafalario.

Y no defrauda, con su estilo agresivo y bravucón ya afirma que no pactará con traidores, PP y PSOE, gobernará en solitario, con 8 sobre 27.

La mejor respuesta que podía recibir es un pacto PP-PSOE-CS, que suman 17, alternándose en la alcaldía los dos más votados y rompiendo trasnochados cantonalismos.

Sería un pequeño ensayo de la “gran coalición”, la que de verdad sentaría bien a este país y permitiría en una legislatura solucionar algunos problemas importantes.

La misma fórmula desalojaría en Cádiz al inefable Kichi. Ambas ciudades, milenarias y portuarias, merecen gobiernos serios y consistentes.

 

 

 

SI HABLARAN MENOS

 

Con tanto partido las mayorías absolutas son “rara avis” y los pactos cobran importancia. Si los candidatos no hicieran tantas declaraciones, antes del escrutinio, sobre sus preferencias de pacto con unos u otros, no se verían después en un apuro o con serias inconsecuencias ya que suelen afirmar cosas contradictorias.

Cuando les preguntan podrían decir: mi partido y mi programa son conocidos; hablaremos de pactos cuando tengamos los resultados y el criterio se adoptará en los órganos de gobierno del partido porque a ellos les corresponde una decisión tan importante. De ese modo evitarían caer a veces en el ridículo.

Un ejemplo. En Murcia CS dijo que no pactaría con el “Sanchismo” (Conesa lo es más que nadie) y también que había llegado la hora de desalojar al PP. Ahora tienen la llave para decidir un gobierno u otro ¿Qué harán?

 

 

DESUBICADOS

 

Militar en un partido no supone comulgar con el 100% de sus postulados y menos aún con todos sus dirigentes, aunque una vez afiliado se debe lograr cierta acomodación.

Pero lo cierto es que algunos desencajan ostensiblemente, no se entiende qué hacen ocupando determinado espacio político ni por qué los partidos los mantienen en sus filas.

El fenómeno cobra más relieve en la izquierda cuando está por medio el nacionalismo, que debería ser incompatible con esa ideología. En el PSOE se vive en Cataluña con los Maragall que han acabado en ERC y ahora con Iceta y Batet que tienen su alma dividida. El colmo lo encarna en el País Vasco Eguiguren, siempre comprometido con el independentismo hasta acabar  ensalzando al etarra Josu Ternera, destacado asesino entre asesinos. ¿No debería darse de baja o ser expulsado?