Con permiso de D. Atahualpa me apropio de su canción “El poeta” introduciendo algunos cambios. La dedico a ese gran líder que me subyuga y últimamente me obsesiona.
“Tú te crees que eres distinto porque hablas de nación y creas tu propio mundo fuera de la Constitución. De tanto mirar la estelada ya nada sabes mirar, eres como un pobre ciego que no sabe donde va”.
“Vive junto con el pueblo, no lo mires desde los símbolos, sal a la calle a escuchar y aprenderás muchas cosas de las personas y sus problemas; que lo primero es ser hombre y lo segundo un pelele”.
Cuando despertó el dinosaurio Artur Mas seguía allí.
Hermosa palabra por lo que tiene de apertura, integración o unidad en la diversidad. Hace 2.400 años los estoicos griegos se proclamaban “ciudadanos de mundo” y el Utilitarismo, en el XIX, consideraba grandes virtudes la filantropía y el cosmopolitismo.
En sociedades tan complejas y masivas como las actuales la cosa se complica. Si el ajuste se va realizando lentamente, con tranquilidad – como si hubiese una “mano invisible smithiana”- ese grupo humano se enriquecerá pero si todo se precipita en forma de aluvión de personas que quieren forzar esa integración, surgirán problemas. Y siempre habrá quienes se niegan a admitir aquello que no se ve desde el campanario de su aldea; son los nacionalistas.
Se ve en el balcón de la plaza de San Jaume proclamando la República catalana, como hicieran en 1931 Maciá y en 1934 Companys. Sueña con esa imagen histórica. Ya no se calmaría con una nueva ley de financiación ni con el llamado federalismo asimétrico. Su ceguera pasional le hace creer que circula por el carril correcto y los demás lo hacen en dirección contraria.
Le han llovido críticas de todo tipo y desde todos sitios, sabe que están aislados pero da igual, el proceso ya es imparable. La razón y la sensatez hace tiempo que abandonaron esas tierras. Se aplican aquella máxima de que “lo que no nos destruye acaba haciéndonos fuertes” como quedará de manifiesto, desgraciadamente, cuando se abran las urnas.
Los servicios de estudios de Funcas y Bbva anticipan que el crecimiento del PIB español puede ser menos del que se esperaba debido a lo que llaman “agudización de incertidumbres políticas internas”, o sea, tensión separatista catalana.
Este irresponsable que ha abierto la caja de Pandora en Cataluña propagando la idea de un pueblo oprimido y expoliado, dejando que afloren los sentimientos, este indeseable líder político puede estar provocando un efecto que va más allá de lo que sus cortas luces le permiten ver.
Su huida hacia adelante para cubrir su propia ineptitud y la corrupción nos va a costar mucho a todos.
Que el 27S venga cargado de sensatez.
No ando yo muy puesto en temas futbolísticos y he pedido información. Resulta que hay un jugador del Barcelona que se ha convertido en el adalid de la causa independentista. Insulta al Real Madrid deseándole lo peor, justifica que se pite al rey y al himno nacional, se jacta de pertenecer a plataformas secesionistas y desea fervorosamente pertenecer a una selección catalana de fútbol.
De momento juega en la selección nacional (supongo que eso le hará sufrir) y ha comprobado que, a veces, parte del público le pita y lo abuchea. ¿Qué esperaba?
No es bueno que un joven tan sensible se sienta herido, maltratado. Lo mejor sería sacarlo de la selección española y que espere su oportunidad.
Eran pocos y surgió Raúl Romeva, un tipo encantado de conocerse que ha sido eurodiputado con IU y se proclama ecosocialista. Muy amante de su tierra, un día vió unos cazas sobrevolando Barcelona y habló de la posibilidad de un bombardeo sobre la nación catalana perpetrado por el Estado opresor.
Algunos han pensado que puede ser un buen cebo electoral y lo han colocado al frente de una abigarrada candidatura independentista que ni él mismo entiende (como hizo Podemos en Madrid con Carmena) pero acepta tragándose la intensa y extensa corrupción de quienes lo colocan ahí.
O sus motivos son muy profundos o estamos ante otro fantasma con afán de protagonismo.
¡Cuando tanta falta hacen líderes serios, consistentes!
El éxodo masivo de refugiados sirios provoca respuestas diversas como es lógico en un tema de esta envergadura.
La mayoría de los países reaccionan de un modo positivo pero algunos los rechazan, sobre todo porque son musulmanes.
Uno de los más firmes es el gobierno húngaro: no los quiere ni de paso. Pone alambradas con concertinas (que fino suena y que daño hace), levanta muros, les lanza la comida como a animales acorralados, moviliza el ejército y encuentra apoyos como el de la desgraciada periodista que patea y zancadillea a los refugiados.
Señas de identidad de un gobierno de extrema derecha. La pregunta es si la UE debe permanecer pasiva ante comportamientos tan arbitrarios y crueles.
Aprendí en la niñez el significado de esa palabra. Mi padre presumía de que a su querido primo Rafael Méndez le había dedicado García Lorca un poema llamado “Reyerta” y me lo enseñaba en uno de los tomos que tenía con la obra del poeta granadino.
Ahora, en Murcia, nos está resultando una expresión familiar y frecuente. En pocos días se han producido tres muy graves con muertos y heridos en las que “las navajas de Albacete, bellas de sangre contraria, relucen como los peces”, según escribió el poeta.
Una vez más-desgraciadamente son muchas-somos noticia de alcance nacional; la “marca” Murcia acumula desprestigio. Y no se te ocurra decir que las protagonizan gitanos y marroquíes porque te calificarán de racista y xenófobo.
Que pudiera llegar a molestarme tanto escuchar hablar catalán como para no soportarlo en los informativos y cambiar de canal en cuanto aparece un nacionalista, especialmente Artur Mas, largándonos su sermón.
En 1967 los oía o veía bailar sardanas en Barcelona. Me gustó que Serrat quisiera cantar en su lengua en Eurovisión. Vi a Raimon en la Universidad de Madrid cantando “Al vent”. Me pareció estupendo Tarradellas con su célebre “Ja soc aquí” tras volver del exilio. He estado con catalanes y valencianos pidiéndoles que siguieran con su idioma, que yo podía entenderlos.
Y ahora, desde hace poco tiempo soy fonéticamente catalanófobo con tendencia a generalizar el estímulo. Sin duda es problema mío y tendré que estar atento.
El debate acerca de si el fin justifica los medios es todo un clásico y seguirá siéndolo porque obliga a reflexionar sobre objetivos e instrumentos, fondo y forma, ética y estética.
El fin de cualquier partido político es gobernar para realizar sus proyectos. Unas elecciones generales sin mayorías absolutas son un momento crítico.
El PSOE es un gran partido con 136 años y debe meditar profundamente sus decisiones estratégicas. Es absurdo apoyarse en nacionalismo radicales (así le fue cuando lo hizo en Cataluña) y si nunca ha mantenido actitudes demagógicas y populistas parece improcedente aliarse con demagogos confusos. Puede resultar mejor- para militantes y votantes- dejar pasar una ocasión y esperar otra más adecuada.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.